Minerales Costa Caribe Colombiana
Este Caribe nuestro tiene tanta abundancia en el reino mineral que por cualquier trocha que nos metamos tropezamos con un yacimiento de carbón, petróleo, gas, níquel, piedra caliza, sal marítima, oro, plata, titanio, entre otros elementos de uso y demanda crecientes por la industria en sus múltiples procesos y aplicaciones.
EL CARBON NATURAL: Lo hallamos en los suelos de la Guajira (en Cerrejón), del Cesar (jagua de Ibirico) y hasta de Córdoba (puerto libertador). La reserva carbonífera más importante es la de Cerrejón, considerada como una de las más grandes del mundo; hace tan solo unos pocos años comenzaron a explotarla.
EL NIQUEL: La más importante reserva de este metal se encuentran en Montelíbano, Córdoba, en el complejo minero de Cerromatoso.
EL PETROLEO: Se explota en el Cesar (Aguachica) y Magdalena (El Difícil).Las regiones colombianas más ricas en petróleo son Santander (Barrancabermeja), Arauca (Caño limón). Meta.
EL GAS NATURAL: Se viene explotando en el departamento de la Guajira y de él se beneficia toda la Costa Atlántica. Actualmente hay el proyecto de construir un gasoducto, para llevar gas natural desde la Guajira hasta Bogotá.
LA SAL: Este mineral, indispensable para nuestra alimentación,Se extrae en grandes cantidades en las costas guajiras (Manaure) y en la costa bolivarense.
EL ORO: Este metal precioso actualmente se extrae en cantidades apreciables en el departamento de bolívar (San Martín de loba) y en Antioquia (Cáceres cerca de Córdoba).
EL CARBON NATURAL: Lo hallamos en los suelos de la Guajira (en Cerrejón), del Cesar (jagua de Ibirico) y hasta de Córdoba (puerto libertador). La reserva carbonífera más importante es la de Cerrejón, considerada como una de las más grandes del mundo; hace tan solo unos pocos años comenzaron a explotarla.
EL NIQUEL: La más importante reserva de este metal se encuentran en Montelíbano, Córdoba, en el complejo minero de Cerromatoso.
EL PETROLEO: Se explota en el Cesar (Aguachica) y Magdalena (El Difícil).Las regiones colombianas más ricas en petróleo son Santander (Barrancabermeja), Arauca (Caño limón). Meta.
EL GAS NATURAL: Se viene explotando en el departamento de la Guajira y de él se beneficia toda la Costa Atlántica. Actualmente hay el proyecto de construir un gasoducto, para llevar gas natural desde la Guajira hasta Bogotá.
LA SAL: Este mineral, indispensable para nuestra alimentación,Se extrae en grandes cantidades en las costas guajiras (Manaure) y en la costa bolivarense.
EL ORO: Este metal precioso actualmente se extrae en cantidades apreciables en el departamento de bolívar (San Martín de loba) y en Antioquia (Cáceres cerca de Córdoba).
Colombia, posee todos los elementos de la tabla periódica en el subsuelo. Y el Caribe colombiano es la muestra perfecta del aserto anterior: la profusión y variedad de sus recursos mineros hacen de ella la despensa minera del país, amén de uno de los jugadores más importantes en las grandes ligas del mercado mundial de materias primas. Por ello, la minería en la región y por ende en el país ha cobrado una gran preeminencia, hasta llegar a representar algo más del 3% del PIB nacional. Empecemos por señalar que las dos únicas salinas marítimas en explotación, Galerazamba en Bolivar y Manaure en La guajira, se encuentran en esta región; esta última contribuye con el 52% de la producción nacional de sal. Las mayores reservas de níquel, las de Cerromatoso, están en Montelíbano, Córdoba; sus exportaciones (55.000 toneladas en promedio anual) se han constituido en el cuarto renglón exportador, después del petróleo, el carbón y el café.
Los departamentos de Bolivar y Córdoba se cuentan entre los mayores productores de oro y plata, junto con Antioquia, Chocó Nariño, Tolima y Caldas, tanto de socavón como de aluvión. Las mayores reservas de la región se encuentran en la conflictiva Serranía de San Lucas, Bolivar y en la cuenca alta, media y baja del río San Jorge y en inmediaciones de la ciénaga de Ayapel, Córdoba. Otros minerales como el titanio se encuentran en los municipios de Puerto Colombia, San Juan de Acosta y Tubará en el Atlántico, como también materiales de construcción (arcilla, recebos, calizas y mármol, entre otros) abundan en el Distrito de Barranquilla, Malambo, Sabanagrande, Palmar de Varela y Repelón. El Cesar no se queda atrás, con minerales industriales, tales como la fluorita y la barita, con amplia presencia en los municipios de San Aberto, Pelaya y Chiriguaná, respectivamente. En el extremo norte de La guajira existen importantes reservas de caliza, mármol, barita, granito, talco y yeso. En la región como en el país, está por establecerse la magnitud de tales yacimientos a falta de estudios, pues gran parte del país sigue virgen en este sentido.
El Difícil, municipio de Ariguaní en el Magdalena, constituyó un obligado punto de referencia de la explotación petrolera en Colombia cuando esta actividad apenas despuntaba, por allá en el remoto 1945. Luego vendría a menos y la región Caribe debió contentarse con la refinación del crudo en Cartagena, hasta que en busca de petróleo la Texas Petroleum Company, hoy Chevron-Texaco, se topó con un gigantesco campo de gas costa afuera en el departamento de La guajira. Allí están las mayores reservas conocidas y disponibles del país, sobrepasando el 40% de estas, con más de 1.4 Tera Piés Cúbicos (TPC) de gas natural. Colombia ocupa el quinto lugar en Latinoamérica después de Bolivia, Argentina, Brasil y Perú, en su orden, con unas reservas ligeramente superiores a 4 TPC. Además, se cuenta con prospectos muy importantes de gas, los cuales en este momento son objeto de estudios exploratorios, destacándose el Bloque Tayrona, que abarca desde los límites de Cartagena hasta el Cabo de la Vela en La guajira, el cual viene siendo objeto de intensos trabajos. A ello se vienen a añadir las enormes reservas de gas metano asociado con el carbón que explota la Drumond en La Loma, Cesar. Esta empresa ya solicitó al Ministerio de Minas y Energía su comercialización e informes preliminares estiman en 2 TPC de gas metano dichas reservas, más del 40% de las reservas totales con que cuenta el país actualmente (¡!).
Por último, pero no por ello menos importantes, cuenta la región con las mayores reservas probadas de carbón del país y con la mayor producción del mismo. Con las mayores reservas ahora conocidas en El Descanso Norte a cargo de la Drumond en el Cesar (1.700 millones de toneladas), estaríamos hablando de más de 3.000 millones de toneladas probadas de reservas de carbón térmico que posee la región, más del 60% de las reservas totales del país, las cuales a su vez constituyen el 34% de las de Latinoamérica. Además de las reservas con las que cuentan La guajira y el Cesar, se sabe también de las reservas adicionales, aunque modestas, con las que cuenta el departamento de Córdoba en Puerto Libertador. Absolutamente toda la producción de carbón, tanto en el departamento de La guajira como en el departamento del Cesar, tiene como destino la exportación. Colombia ha dado un salto de garrocha, al pasar de 30.5 millones de toneladas de carbón exportadas en el 2000 a 68.4 millones en el 2007; en menos de una década ha duplicado sus exportaciones (¡!). El monto de estás ya está frisando los US $3.000 millones, el 10% del valor total de las exportaciones en el 2007. Si sumamos todas las exportaciones colombianas con origen en la minería, tenemos que el valor de ellas asciende a los US $5.208 millones, más del 15% de las exportaciones totales.
A pesar del boom de la minería y del posicionamiento de sus exportaciones, el Caribe colombiano como región sigue teniendo en la carencia de valor agregado en sus exportaciones su talón de Aquiles; por ello, la desprimarización de su economía y la diversificación de su base económica se cuentan entre sus mayores prioridades para crecer más y sostenidamente. A ello se suman las precariedades que acusa la región, igual que el resto del país, en cuanto se refiere a la infraestructura vial, portuaria, amén de su rezago tecnológico, los cuales conspiran contra sus posibilidades de recuperar su dinamismo y su participación en el PIB nacional. En este sentido el Caribe ha venido retrocediendo como el cangrejo; después que en 1950 el PIB per cápita del Caribe Colombiano fue del 110% con respecto al promedio nacional, para 2007 registró un menguado 62%. La región Caribe colombiana le debe apostar a su modernización, al fortalecimiento de su plataforma tecnológica y del capital humano, para superar sus falencias y salir del letargo en que se encuentra inmerso. Esta ímproba tarea no es de poca monta y se torna aún más difícil dada la enorme crisis de liderazgo que la asola en este momento. No podemos perder de vista que la economía regional está basada en la extracción de recursos naturales no renovables y por ello mismo expuestos a su agotamiento y bien se ha dicho que quien al tiempo de ganar no supo el modo, al tiempo de perder lo pierde todo. La actual bonanza de precios de los productos básicos no será eterna; de modo que nos tenemos que preparar para cuando sobrevenga la destorcida de los mismos.
Los departamentos de Bolivar y Córdoba se cuentan entre los mayores productores de oro y plata, junto con Antioquia, Chocó Nariño, Tolima y Caldas, tanto de socavón como de aluvión. Las mayores reservas de la región se encuentran en la conflictiva Serranía de San Lucas, Bolivar y en la cuenca alta, media y baja del río San Jorge y en inmediaciones de la ciénaga de Ayapel, Córdoba. Otros minerales como el titanio se encuentran en los municipios de Puerto Colombia, San Juan de Acosta y Tubará en el Atlántico, como también materiales de construcción (arcilla, recebos, calizas y mármol, entre otros) abundan en el Distrito de Barranquilla, Malambo, Sabanagrande, Palmar de Varela y Repelón. El Cesar no se queda atrás, con minerales industriales, tales como la fluorita y la barita, con amplia presencia en los municipios de San Aberto, Pelaya y Chiriguaná, respectivamente. En el extremo norte de La guajira existen importantes reservas de caliza, mármol, barita, granito, talco y yeso. En la región como en el país, está por establecerse la magnitud de tales yacimientos a falta de estudios, pues gran parte del país sigue virgen en este sentido.
El Difícil, municipio de Ariguaní en el Magdalena, constituyó un obligado punto de referencia de la explotación petrolera en Colombia cuando esta actividad apenas despuntaba, por allá en el remoto 1945. Luego vendría a menos y la región Caribe debió contentarse con la refinación del crudo en Cartagena, hasta que en busca de petróleo la Texas Petroleum Company, hoy Chevron-Texaco, se topó con un gigantesco campo de gas costa afuera en el departamento de La guajira. Allí están las mayores reservas conocidas y disponibles del país, sobrepasando el 40% de estas, con más de 1.4 Tera Piés Cúbicos (TPC) de gas natural. Colombia ocupa el quinto lugar en Latinoamérica después de Bolivia, Argentina, Brasil y Perú, en su orden, con unas reservas ligeramente superiores a 4 TPC. Además, se cuenta con prospectos muy importantes de gas, los cuales en este momento son objeto de estudios exploratorios, destacándose el Bloque Tayrona, que abarca desde los límites de Cartagena hasta el Cabo de la Vela en La guajira, el cual viene siendo objeto de intensos trabajos. A ello se vienen a añadir las enormes reservas de gas metano asociado con el carbón que explota la Drumond en La Loma, Cesar. Esta empresa ya solicitó al Ministerio de Minas y Energía su comercialización e informes preliminares estiman en 2 TPC de gas metano dichas reservas, más del 40% de las reservas totales con que cuenta el país actualmente (¡!).
Por último, pero no por ello menos importantes, cuenta la región con las mayores reservas probadas de carbón del país y con la mayor producción del mismo. Con las mayores reservas ahora conocidas en El Descanso Norte a cargo de la Drumond en el Cesar (1.700 millones de toneladas), estaríamos hablando de más de 3.000 millones de toneladas probadas de reservas de carbón térmico que posee la región, más del 60% de las reservas totales del país, las cuales a su vez constituyen el 34% de las de Latinoamérica. Además de las reservas con las que cuentan La guajira y el Cesar, se sabe también de las reservas adicionales, aunque modestas, con las que cuenta el departamento de Córdoba en Puerto Libertador. Absolutamente toda la producción de carbón, tanto en el departamento de La guajira como en el departamento del Cesar, tiene como destino la exportación. Colombia ha dado un salto de garrocha, al pasar de 30.5 millones de toneladas de carbón exportadas en el 2000 a 68.4 millones en el 2007; en menos de una década ha duplicado sus exportaciones (¡!). El monto de estás ya está frisando los US $3.000 millones, el 10% del valor total de las exportaciones en el 2007. Si sumamos todas las exportaciones colombianas con origen en la minería, tenemos que el valor de ellas asciende a los US $5.208 millones, más del 15% de las exportaciones totales.
A pesar del boom de la minería y del posicionamiento de sus exportaciones, el Caribe colombiano como región sigue teniendo en la carencia de valor agregado en sus exportaciones su talón de Aquiles; por ello, la desprimarización de su economía y la diversificación de su base económica se cuentan entre sus mayores prioridades para crecer más y sostenidamente. A ello se suman las precariedades que acusa la región, igual que el resto del país, en cuanto se refiere a la infraestructura vial, portuaria, amén de su rezago tecnológico, los cuales conspiran contra sus posibilidades de recuperar su dinamismo y su participación en el PIB nacional. En este sentido el Caribe ha venido retrocediendo como el cangrejo; después que en 1950 el PIB per cápita del Caribe Colombiano fue del 110% con respecto al promedio nacional, para 2007 registró un menguado 62%. La región Caribe colombiana le debe apostar a su modernización, al fortalecimiento de su plataforma tecnológica y del capital humano, para superar sus falencias y salir del letargo en que se encuentra inmerso. Esta ímproba tarea no es de poca monta y se torna aún más difícil dada la enorme crisis de liderazgo que la asola en este momento. No podemos perder de vista que la economía regional está basada en la extracción de recursos naturales no renovables y por ello mismo expuestos a su agotamiento y bien se ha dicho que quien al tiempo de ganar no supo el modo, al tiempo de perder lo pierde todo. La actual bonanza de precios de los productos básicos no será eterna; de modo que nos tenemos que preparar para cuando sobrevenga la destorcida de los mismos.
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